Mínimo al máximo y la generosidad de un jeque
Tomado de eltiempo.com / Blogs / Marcelino Torrecilla N/matorrecc@gmail.com
Abu Dabi, Febrero de 2013
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Lo que les voy a contar no fue sacado del realismo mágico de Gabo. Sucedió en verdad. En noviembre de 2011, su alteza, el jeque Khalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos, expidió un decreto ordenando que el sueldo mínimo de todos los empleados federales emiratis -que puede ser un promedio de 16 millones de pesos colombianos-, se incrementara en un 100%. ¡Sí, en un ciento por ciento! El corone para los asalariados es mayor, si a lo anterior le agregamos que dichos salarios no tienen retención en la fuente, ni estampilla pro carreta, o atentados al bolsillo parecidos. O sea que, a las amas de casa emiratis se les mejoró ostensiblemente el diario, y muy seguramente comenzaron a rodar nuevos Ferraris y Lamborghinis por las autopistas de Dubai, Abu Dabi y del resto del emergente país del medio oriente.
Y como lo que se quiere, según el presidente Juan Manuel Santos, es seguir avanzando, no necesariamente en un Ferrari, sino en locomotora, el primer mandatario de nuestro país debería, con tiempo, invitar a su alteza para que haga parte del comité paritario que decida el salario mínimo de los colombianos en el 2014, para que de alguna manera influya en la decisión final. Y para que les haga una realidad a los trabajadores colombianos, la de devengar -por fin- un salario decente, es decir $1.179.000, el doble del actual salario mínimo legal vigente, sueño sindical y pesadilla empresarial. La idea es simple, quien más gana, más gasta, y cuando se gasta más, se consume más y la economía se reanima. Esperamos con gran expectativa que algo extraordinario suceda en diciembre con ocasión de la oportuna llegada de tan ilustre invitado.
En otro gran acto de generosidad, en una ocasión, el jeque decidió pagar una deuda de 2 billones de dírhams -moneda local- que habían contraído 6.830 comerciantes nativos. Por el incumplimiento en el pago y por la mora, los ciudadanos en cuestión purgaban penas en diferentes prisiones del país. Al quedar libres, los antiguos deudores obtuvieron facilidades de pago para saldar lo debido, y así honrar sus obligaciones patrimoniales. El convenio consistía en abonar el 25 % de sus salarios al abultado pasivo, hasta cancelar la totalidad de la deuda.
Para la extensa lista de colombianos que figuran reportados en DataCrédito y demás listas negras, su alteza sería un gran aliado y benefactor. Creo que él haría lo mismo, es decir, el iría presto al rescate. Sin embargo, no todo sería color de rosa, ya que se le atravesaría muy probablemente un genio de la DIAN inventándose el impuesto a lagenerosidad para aplicárselo al gran benefactor. Aun así, pienso que su excelencia seguiría adelante con el gran gesto de desprendimiento.
Oración, direcciones y mezquitas
Como es sabido, aquellos que profesan la religión del islam oran cinco veces al día. El primer llamado a la oración se hace a través de un cántico de aproximadamente dos minutos y medio, difundido por altavoz a eso de las 5:30 am, desde las 2.289 mezquitas que existen en Abu Dabi, y las 1.418 que se encuentran en Dubai. Lo anterior, para mencionar solo las dos ciudades principales. Así es que, si usted está recién llegado a los Emiratos Árabes Unidos y por lo tanto no está habituado a esta nueva experiencia a tan tempranas horas, se va a despertar. Es un amanecer distinto. Eventualmente, se va a acostumbrar y si lo mira por el lado amable, el llamado le ayuda como un gran despertador para levantarse a trabajar e iniciar su día. Para los fines de semana, en el proceso de adaptación, se las tiene que ingeniar.
El ejercicio de orar hace parte esencial de la vida de todo musulmán y su ejecución se facilita con recintos apropiados en cualquier sitio de las ciudades emiratis. Se encuentran lugares de recogimiento en centros comerciales, universidades, hospitales, terminales de buses, y cualquier otro espacio público. En realidad no se necesita una mezquita, el recinto natural para orar. De hecho, en las habitaciones de los hoteles, si usted mira al techo en uno de los rincones, verá una flecha que indica la dirección -o qiblah- hacia La Meca; los musulmanes se inclinan a rezar en dirección hacia ese sagrado lugar.
A propósito de mezquitas, por ley debe haber un buen número de las mismas en cada ciudad, a corta distancia, para facilitarle a las personas el ejercicio de la oración. Como son tantas, a lo largo y ancho de todas las ciudades, no es apropiado usarlas como referencia a la hora de dar una dirección, ya que en una sola área pude haber muchas: el escenario perfecto para extraviarse muy fácilmente. En cierta ocasión, le daba por celular mi dirección a unos compatriotas a quienes invité a mi apartamento a almorzar: sí, Jose vivo en Liwa y Khalifa, aquí al lado de una mezquita. Claro, se nos perdieron los paisanos en medio del buen número de recintos sagrados. Tuvimos que guiarlos vía celular y el almuerzo -con sancocho a bordo - finalmente se pudo realizar.
No, pero sí y la comunicación global
La India es el país con mas representatividad en los Emiratos Árabes Unidos, con aproximadamente 1.300.000 habitantes provenientes del país del Taj Mahal, lo que constituye un 30% de toda la población emirati. Por lo anterior, si usted vive en una ciudad de los Emiratos Árabes, tiene que, de alguna forma u otra, comunicarse con un indio: desde el mesero en un restaurante, pasando por un empleado de servicio al cliente en un centro comercial, hasta llegar a un ejecutivo bancario. A la hora de la comunicación no verbal, el indio tiene una forma muy particular y peculiar de expresar un Sícon su cabeza, la cual bambolea* (ver video), gesto que un occidental interpretaría como un No. Esto crea el escenario para cortocircuitos en la comunicación o malentendidos interculturales. Para la muestra, comparto este breve diálogo entre un colega recién llegado y un ciudadano indio, empleado de recursos humanos en una universidad.
Colega: Señor, ¿me puede por favor ayudar a mover estas cajas más tarde?
Indio: (bambolea la cabeza y el colega lo interpreta como un No, que en realidad fue un Sí)
Colega: Tranquilo. No hay problema.
¿Y será que me le puede decir al señor Sultán, que me mande las direcciones de los apartamentos que quiero ver?
Indio: (bambolea la cabeza y el colega lo interpreta como un No, que en realidad fue un Sí)
Colega: Tranquilo. ¡Que tipo tan poco colaborador!
Era claro que el indio le estaba diciendo sí a todo lo que le pedía el profesor. Es decir, que le ayudaría con las cajas y que el mensaje al señor Sultán se lo daría también. A propósito, es relevante anotar que los indios son las personas mas amables, trabajadoras y colaboradoras que puedan existir. A la hora de ayudar, créanme, nunca le dicen no a (casi) nada. Es cuestión de saber interpretarlos.
Al comunicarse con un indio, como estrategia y para ir a lo seguro, recomendaría usar preguntas de información, o sea aquellas que comienzan con dónde, cuándo, cuál etc.
Esto sería vital en un caso de emergencia. Imagínense en un incendio y un empleado indio es el único que sabe la salida de emergencia. Se le debe preguntar, Sahil, ¿cuál es la salida de emergencia?-no existiendo un aviso- El le responderá : la de la izquierda o derecha; o la azul o la verde etc (información especifica-y segura).NUNCA le pregunte: la salida de emergencia es la de la izquierda, cierto? El indio bambolea su cabeza y usted se lanza despavorido por la de la derecha, al fuego!
La poco afortunada situación vivida por el compañero de trabajo me hace reflexionar que hoy en día, para interactuar globalmente en forma exitosa, se requiere tanto conocimiento lingüístico como conocimiento cultural. Por supuesto, hablar un idioma extranjero exige una buena gramática y pronunciación, así como un amplio vocabulario -habilidades desplegadas por el profesional de nuestro ejemplo-. Sin embargo, nuestro amigo desconocía información cultural relacionada con el lenguaje corporal de los indios, lo que dio lugar a su errónea interpretación y conclusión: ¡Que tipo tan poco colaborador! En mi defensa del conocimiento cultural, un interlocutor global toleraría más, un error gramatical o de léxico, que uno sociolingüístico o cultural. El conocimiento cultural enriquece la comunicación y minimiza de alguna manera estereotipos dañinos e injustos.
Siguiendo el recorrido por nuestro almacén de variedades árabes, me tropiezo con un aviso que dice: Aproveche, Casa Cómoda, 2º piso. ¿Tendrá que ver con las casas del Doctor Vargas Lleras? Subo a averiguar. Ya les contaré lo que encuentro, en la miscelánea árabe 4.
Marcelino Torrecilla N
matorrecc@gmail.com
Abu Dabi, Febrero de 2013
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http://www.youtube.com/watch?v=BrmDo52NnTY (ver video del sí indio)
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